My better mistake

Sí, eres un gran error. No eres perfecto, ni siquiera pretendo que lo seas, porque yo tampoco lo soy. No quiero una rosa cada día 7, ni una foto que exprese lo mucho que me quieres. Tampoco todos los regalos del mundo, pero te mentiría si te digo que no me gustaría darte todo lo que necesites. No necesito nada de eso, sólo verte sonreír, que me mires e inmediatamente sepa que quieres que te abrace. Que cada día que pase sepas que te quiero y que eres el error que me hace feliz. Que no dudes ni un segundo de nada, que seas tú, la persona que me hace reír a carcajadas y que con un abrazo elimina todo lo malo. No necesito nada más que te olvides de inseguridades, dudas y cualquier odio. Sólo estoy segura de que si eres un error lloraría por ti más veces, porque sin duda eres el mejor que he cometido.

Kant

Mientras andaba como loca pensando en que debería aprovechar el tiempo en hacer cosas de provecho (como diria mi madre) me di cuenta de que aquello que debía hacer lo había estudiado ayer mismo durante toda la tarde, Aristóteles y la felicidad, Epicuro y el no miedo a la muerte, Sartre y la libertad. Sin embargo recordando lo que Kant decía del Imperativo categ...no, no voy a redactar su pensamiento, sólo me di cuenta de la gran importancia que tenemos cada uno con los demás, que nuestras acciones conllevan unas consecuencias sean buenas o malas. Me observo a mi misma y confirmo que nuestro estado de ánimo está directamente relacionado con algo que nos han dicho o nos han hecho otras personas. Yo puedo hacer a alguien feliz o no cada día, puedo arreglarle la mañana o las noches a la persona que más quiero o a quien más odio porque desearía que eso me lo hicieran a mi. Ese es el poder que tengo y tenemos todos y ojalá cada uno lo utilizara para hacer a alguien feliz.

 ''Actúa de tal manera que desees que tu comportamiento sea imitado por la humanidad''

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Me doy cuenta casi sin pensar que avanzamos por el mundo sin percatarnos de las mejores cosas. Veinticuatro horas no nos son suficientes para darnos cuenta de que somos felices, ni una sonrisa ni una carcajada o la mirada de alguien a quien quieres te sirve para dormir pensando que valdrá la pena despertarse al día siguiente. Aún no entiendo el poder de las cosas malas, no entiendo por qué una mala palabra en 1 minuto es capaz de hacerte sentir mal durante todo el día y no dos palabras buenas te hacen ser feliz igualmente. ¿Es así como debería ser? ¿No puedo pasar por algo pequeñas cosas que me hacen ser infeliz y hacerle caso a el resto que es maravilloso?

Llegar a un punto en el que no sabes hacia que lado ir. Sabes y lloras que hagas lo que hagas va a estar mal pero no lo entiendes ¿por qué tiene que ser tan difícil? ¿Tan complicado es hacer lo que te dicte el corazón sin importar lo que piensen los demás? Sí, sabes perfectamente que sí, que haces daño a gente que no se lo merece por una tontería, eso sí, una tontería que te gusta no sabes el por qué pero es así. Hacer caso a la cabeza es a veces lo necesario, dejar que esto no avance por un camino que no tiene un final feliz. Con lo fácil que sería tener las cosas claras, saber dónde parar y a quién seguir, desgraciadamente a veces el corazón puede más.

Desde que tú me miraste..

Desde que tú me miraste sentí que todo iba a salir bien, que en tus brazos nada ni nadie me haría daño, que cada vez que algo malo pasara contigo desaparecería y que estar triste y desanimada sería algo inexistente. Descubrí el significado de la palabra amor en tus ojos y me hiciste creer. Porque en los brazos de mi madre soy la persona más feliz del mundo.

Un día te levantas, haces lo mismo que cada jueves por la mañana. Desayunas, te vistes, te arreglas un poco el pelo y sales en dirección a lo de todos los días. Sin embargo, 60 segundos es lo que tarda en cambiarte la cara y el estado de ánimo que tenías durante toda esa semana. No te habías percatado de lo que les hacía sentir cada día esa persona, de lo mucho que les había ayudado y de lo muchísimo que les iba a doler su partida. Supongo que el hecho de que se convirtiera en rutina y la costumbre les hizo pensar que eso iba a ser así durante mucho tiempo, pero no, las cosas cambian de repente y sin previo aviso. Las lágrimas caen pero no sirve de nada, se va y se va para no volver. Ya solo queda dar las gracias por todo lo vivido y por lo que somos y seremos gracias a ella. Solo te da tiempo de darte cuenta de que no fue desde siempre, pero sí para siempre.                                                                                                              

Despertarte un día, abrir los ojos, y de repente darte cuenta que por fin estás bien. Que después de tanto tiempo, la ansiedad ha desaparecido, que aunque los problemas sigan ahí, parecen mucho más pequeños, insignificantes. 
Sentir esa paz interior, esa que te hace pensar que las cosas van por buen camino por fin, eso es la felicidad. Respirar hondo, relajarse y ver el mundo con otros ojos, ojos que tienen nombre y apellido. neg